¿Qué niño de los aledaños de la plaza no aprendió las primeras letras y el catecismo con Dña. Mercedes Delgado Suárez, la inolvidable “Merceditas”. Llenó de tiernos bullicios la calle Nueva, bajando el mismo cielo a su escuela de encantadores “diablillos”. Hoy lleva su nombre una calle de Gáldar.