Música

Primera banda dirigida por el Maestro Don José Batista Martín.


Gáldar tiene una acreditada tradición musical, continuada y enriquecida hoy por instituciones como la Escuela de Música “ Pedro Espinosa “, la Academia de danza de Tere Molina, las Bandas de Gáldar y Barrial, la Coral Polifónica y un sin fin de Agrupaciones Folclóricas e interpretes conocidos en los más diversos estilos y modalidades.

Hasta la primera mitad del siglo XIX, las manifestaciones musicales estuvieron circunscritas a las numerosas festividades religiosas de la época o los esmerados agasajos a los personajes ilustres en visita o de paso, obsequiados con vistosos espectáculos de danzas y loas en las plazas de las iglesias y ermitas. De carácter más popular eran los bailes de taifa y candil, de hiladas o de paridas, celebrados en casas particulares y que tantos quebraderos prodigaron a las autoridades por las peleas y las letras picantes que se cantaban.

Muchas son las citas que hacen suponer la temprana existencia de una seria inquietud musical, bien a nivel de personas, bien de grupos de aficionados. Así en 1847 se pagan “ doce reales que hubo de coste para un refresco que se dio a los músicos “. Con motivo de la primera misa pontifical celebrada en la nueva iglesia, oficiada por el prelado Buenaventura Codina en Julio de 1849, se llevó un piano para la solemne función. Y en Noviembre de 1850, al colocarse el Tabernáculo, organiza la Sociedad de Fomento, Instrucción y Recreo una velada dramática y musical, dirigida por Eufemiano Jurado y Rafael González, directores de música y comedias respectivamente. En 1852 se pagan “ dos reales y diecisiete maravedíes a los hijos de Petra López por llevar los instrumentos a Guía para el ensayo de la misa.” Más tarde, en 1857 y al nacimiento del Príncipe de Asturias, tienen lugar fiestas populares con “ actuaciones de músicos aficionados”. Sin embargo, no será hasta 1867 cuando surja, como extraordinario acontecimiento, el proyecto de crear una Banda de música.

El seis de Abril de 1867 recibía la Junta de la Cuarta la siguiente petición que firmaba D. José Rodríguez Ruiz: “ Los que suscriben, vecinos y propietarios de esta Villa de Gáldar, ante V.I. con la consideración y respeto debido exponen: Que amantes de todo lo que instruye a los pueblos y anhelosos del mayor bien de esta Villa, hemos acordado la organización de la enseñanza de la música, pero es necesario un profesor que la dirija y a éste retribuirle con un pequeño sueldo. Pedimos que lo pague La Cuarta, puesto que los jóvenes están dispuestos a comprar los instrumentos que le asignen…” . Accede la benemérita institución con su característica prontitud.

En Agosto del mismo año, José Rodríguez Miranda, Francisco Zapata, Francisco Vega, Manuel Rodríguez, Francisco Toledo, José Alemán, José Betancort, Luis Auyanet y Ezequiel Ojeda, como individuos de la Sociedad Filarmónica establecida en esta Villa, solicitan de la Cuarta del Agua el auxilio de 200 escudos para la compra de instrumentos que hacen mucha falta “ para formar la Banda “. En 1868, se termina de cubrir el importe y prorrateo de gastos de los instrumentos adquiridos por la Cuarta en Sevilla, en obsequio de la instalación de una Banda en esta Villa. Era alcalde D. Jacob Quesada.

A poco de fundada y ante la inconstancia de los jóvenes aprendices, estuvo a punto de perderse tan loable institución, pese a los esfuerzos de D. Pascual López y Vega, director de la Escuela de Música y organista de la iglesia, y por haber ordenado la Junta Directiva de la Cuarta recoger los instrumentos. Sin embargo, en Julio de 1872, D. Cristóbal Ramos Ponce, Presidente de la Sociedad Filarmónica expone: “ Que habiéndose marchado de esta población desde el día 13 de Mayo el Director de la Banda D. Pascual López, se acordó con el Presidente de la Sociedad de Instrucción y Recreo, D. Juan Martín Domínguez y otros individuos e hicieron venir de Santa Cruz a D. José Henrycht y Fonseca, profesor y director que fue de la Banda del Batallón provincial de dicha ciudad para que no se quedara abandonada la instrucción de los jóvenes”, quedando contratado por el Ayuntamiento con el sueldo mensual de 93,75 ptas. y asumiendo la realización de veladas y funciones en el teatro, las ceremonias de la iglesia y trabajos en la Secretaría municipal. En septiembre del mismo año, ordena la Corporación el Reglamento para el régimen de la Banda Filarmónica que realiza sus ensayos en el salón adjunto al del teatro que había servido de carpintería.

Durante muchos años ha sido la Banda de Música de Gáldar una obligada presencia en cuantos eventos importantes, festivos y religiosos, culturales, patrióticos y deportivos, no solo en este municipio sino en todos los pueblos de Gran Canaria, fuera invitada de privilegio, mereciendo siempre los más cálidos elogios por la profesionalidad de sus componentes y el prestigio de sus numerosos directores. Con sus entrañables recorridos procesionales, de nuestras fiestas mayores, con las ya nostálgicas, por desaparecidas, estampas de los conciertos de Santiago, de las típicas verbenas de las románticas “ tocatas “ de verano y los inolvidables paseos, asfixiada la plaza por la masiva concurrencia.

Paralela a la labor desarrollada por la ya más que centenaria Institución en la enseñanza musical, ha sido importante la generosa dedicación de no pocos hombres y mujeres a tan formativo menester, destacando entre ellos, la insigne maestra de la Graduada Pública Dña. Juana Lorenzo, fundadora en 1926 de una escuela gratuita de música, comprando para la misma, con los fondos reunidos en las representaciones teatrales, uno de los primeros pianos traídos a Gáldar. Conocidos profesores del solfeo fueron el maestro Batista, hijo, D. Pedro Acedo, organista, director de los coros parroquiales y de las solemnes funciones religiosas de la Iglesia de Santiago. Y Amorcito Molina, profesora del hoy maestro universal e Hijo Predilecto de Gáldar el pianista Pedro Espinosa, Dña. Andrea Suárez Taisma, Santiago Machín, Rosa Mª Martinón, creadora del Orfeón Cardenal Cisneros, primera coral que hubo en Gáldar.

Importantes dentro de la música folclórica, fueron maestro Ignacio Rodríguez Quesada, Juan Gutiérrez con los “ Hijos de la noche “ y los célebres “ tocadores “, maestro Pepe Auyanet “ El ciego “, Isidro Guedes, y Eustaquio Martín entre tantos otros, siendo popularmente conocidas las muchas orquestas que interpretaron las melodías de moda en aquellos años de los mediados del presente siglo XX.